Zara Rutherford y la insignia de ACDAC a través del mundo

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A las 2:55 de la tarde del jueves 2 de septiembre, aterrizó en el Aeropuerto Ernesto Cortissoz de la ciudad de Barranquilla la piloto Belga-Británica de 19 años Zara Rutherford; su arribo hace parte de la travesía en la que quiere lograr el hito histórico en la aviación de ser la mujer más joven en darle la vuelta al mundo en solitario a bordo de un avión ultraligero.

Barranquilla fue la primera ciudad de Colombia y de Suramérica donde aterrizó la capitán Zara, quien fue recibida y bautizada con el tradicional arco de agua. “¡Llegué a Colombia! Fue un vuelo largo de seis horas, pero fue súper fácil de navegar a 8.500 pies y tuve un viento de cola de 10 kt más adelante en el viaje. ¡Muchas gracias por la increíble bienvenida en Barranquilla! Es una pena que no pueda quedarme más tiempo, pero tengo muchas ganas de ver a Tumaco mañana, ¡mi primer punto antípoda!” expresó la joven piloto en su cuenta en Instagram tras aterrizar en la capital del Atlántico. Desde el inicio de su aventura hasta llegar a Barranquilla, la aviadora ya había recorrido 12.600 kilómetros de los 53.000 que volará.

Después de descender de su avión, cruzó una calle de honor que la condujo hasta la recepción donde la esperaban con regalos autóctonos de la región y donde fue recibida por el capitán Willy Series, quien en representación de los aviadores de ACDAC tuvo el honor de condecorarla con las alas insignia de la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles, las cuales recibió y portó en su traje de piloto con gran entusiasmo y las mismas que la acompañarán en su heroica travesía alrededor del mundo.

ACDAC como constante promotor de la participación activa de las mujeres en el sector aeronáutico, quiso hacer presencia y dar su apoyo incondicional a la capitán Zara Rutherford de esta forma simbólica, para hacerle sentir por medio de nuestras alas el abrazo fraterno de todos los aviadores de ACDAC, para que tan importante hito y su mensaje de inspiración llegue a todas las mujeres del mundo. Vea el momento en que el capitán Willy Series hace entrega de nuestra insignia en nombre de todos los aviadores de ACDAC.

Su viaje inició el 18 de agosto al partir de Bélgica en dirección oeste. La ruta la llevó a través del Reino Unido, Islandia, Groenlandia, Canadá, EE. UU. y América Latina. La capitán Zara terminará su recorrido, el 1 de noviembre en Alemania, luego de cruzar 52 países de cinco continentes.

“Estaré volando un tiburón” dice la capitán Zara para explicar que en la aeronave que viaja es un avión ultraligero, Shark Aero de alto rendimiento, fabricado en Europa con un diseño innovador y construido como un avión rápido con una velocidad de crucero que alcanza los 300 kilómetros por hora y que ha sido preparado para viajes largos, además cuenta con la tecnología más avanzada de compuesto de fibra de carbono. “Shark Aero es un avión ultraligero de dos asientos de alto rendimiento con tren de aterrizaje retráctil, hélice de paso variable y un cómodo interior de última generación”.  Es el avión ultraligero más rápido probado por el récord mundial de velocidad y recompensado con numerosos premios de diseño.

Esta iniciativa de la capitán Rutherford es mucho más que una aventura de una piloto valiente que viaja sola por el mundo en una avión ultraligero, ya que no solo se enfoca en conseguir un registro histórico. Esta travesía tiene también el importante objetivo de llevar un mensaje de empoderamiento a todas las mujeres alrededor del mundo: “inspirar a las mujeres jóvenes y las niñas a perseguir lo que les pueda interesar, incluso si eso se considera tradicionalmente masculino. Quiero reducir la brecha de género en la aviación, así como en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Les digo a todas que, siempre y cuando tengan una oportunidad, la aprovechen, porque solo hay una vida y no hay que desaprovecharla”, concluyó la joven aviadora.

Al finalizar su visita, la capitán Zara Rutherford volvió a abordar el Shark Aero y de la misma manera en que llegó con su brazo levantado para saludar, ahora se despide con el brazo en alto, pero esta vez con la insignia de nuestra amada asociación prendida de su pecho e insistiendo en que volverá algún día a visitar nuestro país.